Decisions

Hoy hace tres años desde aquella dramática segunda semana de junio de 2014, y junto con el estrés, las ojeras y el miedo a lo desconocido, aquellos tres infernales días me brindaron la oportunidad de hacer una de las mejores cosas que he hecho en la vida. Bellas Artes.

Mirando más atrás todavía, te das cuenta de que todo empezó mucho antes de lo que recordabas. Cuando aun no levantabas un palmo del suelo y sacabas esa carpeta llena de bocetos de la abuela, pintabas tarjetas de navidad para todo el mundo, o le enviabas una carta con poemas ilustrados a tu mejor amiga por su cumpleaños.

Y eres feliz al ver que has tenido la suerte de parecerte tanto a una de las personas más importantes de tu vida. De haber sacado su pasión por todo lo artístico; Por la moda; Por el cine que te hace sentir. Por las historias de amor, esas que hacen llorar hasta al más frió.

Esa manera de ver la vida con la que bien habría podido ser una escritora increíble, la ilusión que le pone a cualquier cosa que haca, esa manera de darlo todo…

Esta semana es una de esas en las que miles de personas se plantean ¿Que voy ha hacer a partir de mañana? “Esto me gusta pero no tiene salida”, “en lo otro me pagarán más”, “tendré más oportunidades”. Y tienes miedo. Como cuando eras pequeña y querías cortarte el flequillo y pensabas “¿Y si luego no me gusta?” “¿Y si me sienta mal?”, aunque sabes que te gusta y te sentará genial. Y al final decidías tirarte a la piscina y cortártelo. Parece algo insignificante, pero realmente no lo es.

La vida es estar actuando constantemente, decidiendo. Y solo tienes dos opciones. Elegir ser feliz, hacer lo que realmente te gusta sin pensar en lo que los demás opinan, o tener miedo y dejar que pase, permitiendo que los demás elijan por ti y te hagan un infeliz para el resto de tu existencia.

 

 

Fotografías: MarianMurgui;photographies©

Texto: Marian Murgui

Gafas: Dior / Pantalones: Hollister